El ser humano a través de los alimentos que consume integra energía al organismo, a esta energía se la denomina calorías. Las calorías son gastadas en las funciones vitales como el funcionamiento de los órganos, la reparación de estructuras, el crecimiento, la regulación de la temperatura corporal; y en los movimientos o actividad física.
La obesidad es una enfermedad causada por un consumo de energía mayor a la energía efectivamente gastada, o sea un desbalance entre el consumo y el gasto. Las calorías no gastadas se depositan en el cuerpo en la forma de grasa y cuando ésta se acumula sobre un nivel dado se llama obesidad y se transforma en una enfermedad. El principal problema de la enfermedad llamada obesidad es que se transforma en un factor de riesgo para desarrollar otras enfemedades como la presión alta, la diabetes, colesterol alto y algunos tipos de cánceres.
Este problema es el resultado de los cambios que hemos sufrido con la vida moderna. Por una parte, aumenta el consumo de alimentos altos en calorías con las alimentos industriales con alto contenido de sal, grasas y/o azúcar como las golosinas, cecinas, productos de panadería y bebidas gaseosas. Aussi, se consumen menos alimentos bajos en calorías y altos en fibras que son beneficiosos para la salud, como las frutas, verduras y legumbres. Por otra parte, cada vez gastamos menos energía en las labores de la vida cotidiana, muchos tienen un trabajo sedentario, y las labores dométicas hoy las realizamos con la ayuda de máquinas, cada vez caminamos menos, y es poca la gente que dedica tiempo a practicar algún deporte o actividad física como bailar o andar en bicicleta. Estas transformaciones de la vida moderna acentúan cada vez más el desbalance entre la energía ingerida y la gastada durante el día, la que se acumula y al cabo de algunos tenemos sobrepeso y posteriormente obesidad, si no tomamos concienia y nos cuidamos.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial. Más de mil millones de personas adultas tienen un exceso de peso y, de ellas, al menos 300 millones son obesas. La preocupación por la obesidad radica en sus efectos directos sobre la salud y por su asociación con las principales enfermedades crónicas de nuestro tiempo: las enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial y ciertos tipos de cáncer. La obesidad puede llegar a reducir la esperanza de vida hasta en diez años y representa una elevada carga económica para la sociedad y para la persona que empieza a temprana edad a gastar parte de su presupuesto en farmacia y no en llevar una vida sana y placentera.